Los trastornos del sueño afectan la calidad de vida y algunos de ellos son causa de morbilidad y mortalidad prematura (Guerrero et al., 2018). Los más reportados son: apnea obstructiva del sueño (AOS) (32.8 por ciento), insomnio (22.1 por ciento) y síndrome de piernas inquietas (15.6 por ciento).
Como pudo verse, el trastorno respiratorio del sueño más común es la AOS, misma que ha sido catalogada como un problema mundial de salud pública, ya que predispone a padecer enfermedad cardiovascular, síndrome metabólico, accidentes y mala calidad de vida.

¿Qué es la AOS?

La apnea obstructiva del sueño (AOS) se caracteriza por una obstrucción total o parcial de la vía aérea superior y existe una anormalidad que provoca estrechez y obstrucción de las vías aéreas (Giannasi et al., 2010). Diversos estudios realizados con anterioridad (Cheng et al., 2014), revelan que la obstrucción funcional de las vías aéreas no se localiza en un punto específico y la mayor parte de esta estrechez se localiza en las regiones posteriores del paladar y lengua.

Causas y factores de riesgo

La causa de la AOS es multifactorial. Implica las estructuras craneofaciales, el tono neuromuscular, entre otros. El colapso de las vías respiratorias superiores se ve influida también por el estado hormonal (por ejemplo, el embarazo o la menopausia), la obesidad y predisposición genética.

Síntomas

Entre los más comunes se encuentran: ronquidos, somnolencia diurna excesiva, fatiga, depresión, déficit de atención y dolor de cabeza matutino. (Giannasi et al., 2010)
Además, los pacientes con AOS suelen presentar respiración entrecortada o asfixia, y sufren de pausas en la respiración (apneas) durante el sueño, también suelen tener dificultad para controlar otros padecimientos médicos como la diabetes mellitus, la hipertensión y la obesidad (Behrents et al., 2019).

Métodos de diagnóstico de la AOS

La polisomnografía (PSG) nocturna en el laboratorio de sueño es el estándar de oro para el diagnóstico de los trastornos respiratorios. Dicho estudio proporciona información objetiva de patrones de sueño y cardiorrespiratorios

Aparatos bucales como elección de tratamiento

El plan de tratamiento de la AOS debe basarse en una cuidadosa consideración de las necesidades individuales del paciente y los objetivos del tratamiento.
Los aparatos fueron clasificados según su mecanismo de acción en cuatro tipos:

  • Los de reposicionamiento anterior de la lengua (TRD) que actúan únicamente manteniendo la lengua en una posición más adelantada sin avance mandibular
  • Los de reposicionamiento anterior de la mandíbula (DAM).
  • Los de elevación del velo del paladar y reposicionamiento de la úvula (ASPL)
  • Los de presión oral positiva (OPAP), que proporcionan una terapia combinada entre un dispositivo de avance mandibular (DAM) y un sistema de presión positiva continua de las vías aéreas (CPAP).

DAM, una de las mejores alternativas

Los dispositivos de avance mandibular (DAM) constituyen el grupo más amplio de los dispositivos intraorales disponibles para el tratamiento del ronquido y la AOS. Deben ser construidos mediante un modelo individualizado de la mordida del paciente. Estos generan un avance de la mandíbula que tiene como consecuencia el aumento del espacio aéreo a nivel de las zonas de la faringe involucradas en la AOS

Las investigaciones actuales (Mayoral et al., 2019) nos brindan la evidencia suficiente e indican que los dispositivos orales de avance mandibular son efectivos para el tratamiento del ronquido y la AOS de leve a moderada.

Los DAM estabilizan y fijan la mandíbula y el hueso, lo que impide el movimiento de estas estructuras cuando el paciente se encuentra acostado y evita la estrechez de la vía respiratoria.

La lengua se desplaza hacia delante y ocupa una posición superior, dificultando así su caída hacia atrás durante el sueño y mejorando en gran medida los síntomas de la AOS (Mediano et al., 2019).

Conclusiones

Lo antes expuesto nos indica que un porcentaje importante de la población sufre de algún tipo de apnea obstructiva del sueño y que esta se relaciona con el pronóstico de otras enfermedades presentes en la población mexicana, como las enfermedades cardiovasculares y el síndrome metabólico. Se espera que pronto puedan brindarse este tipo de tratamientos a la población y poder generar líneas de investigación que brinden información útil en la mejora y aplicación de tratamientos de la AOS

Fuente: http://www.uaslp.mx/Comunicacion-Social/Documents/Divulgacion/Revista/Diecisiete/Universitarios%20Potosinos%20256.pdf