Un grupo de investigadores del MIT ha conseguido crear un parche de ultrasonidos con un tamaño de 1.9 × 2.2 cm y un grosor de 0.9 mm que es capaz de generar imágenes de ultrasonidos del corazón mientras el paciente practica deporte.

Anteriormente otros investigadores estadounidenses construyeron un parche de mayores dimensiones que estaba pensado para su uso en reposo; sin embargo, este ha sido probado con éxito mientras los pacientes hacen ejercicio en una bicicleta estática.

El parche emplea un arreglo de sensores piezoeléctricos para enviar y recibir las ondas de ultrasonidos para generar continuamente imágenes del corazón.

El dispositivo es flexible, pudiéndose estirar hasta un 110% de su tamaño inicial, lo que quiere decir que se va a adaptar bastante bien a la piel del paciente.

El parche está pensado para la identificación de patologías cardíacas. Actualmente, aunque en una prueba de esfuerzo puede registrarse el electrocardiograma mientras el paciente hace ejercicio, las pruebas de imagen (ultrasonidos) se llevan a cabo antes y después del ejercicio, pero no durante el ejercicio.

No poder monitorizar el corazón durante el ejercicio podría hacer que se pierda información con valor diagnóstico.

El propósito de este parche es poder ver qué pasa con el corazón durante el ejercicio.